Acomompañados por representantes de las bodegas de la Denominación de Origen Somontano, de autoridades de diversa índole institucional, de cocineros, de familiares y amistades venidas de numerosos puntos de la geografia oscense, las claras protagonistas del proyecto " 8 VINOS CON ALMA DE MUJER" lo presentaron en el Museo Diocesano Barbastro-Monzón en la capital del Vero.
Rompió el hielo la palabra inicial de Fernando Blasco, director gerente de Tu Huesca, con la que ensalzó los esfuerzos que, de acuerdo a sus palabras, están llevando a cabo las instituciones de la provincia de Huesca desde hace años con el objetivo de subrayar el valor del patrimonio y la cultura autóctonas.
En el desarrollo del evento también hubo minutos de gloria los cocineros estrella de "Conversaciones con" de cuyo resumen se proyectó el vídeo. De ellos, estuvieron presentes Javi Matinero, Marcos Llanas y Carmelo Bosque.
Pirineos, Lalanne, El grillo y la luna, Aldahara, Meler; Fábregas, Enate y la Ruta del Vino del Somontano. Importantes bodegas de la zona representadas por ocho mujeres que participan activamente en la elaboración y procesos que experimentan los caldos hasta que llegan a nuestras mesas. Cada uno de los vinos con ALMA DE MUJER fué presentado por una de ellas.
José Anonio Almunia de 134 Comunicación, atrajo al escenario a cada una de ellas. Eva Inglada Estruch, de Enate, recordó la memoria de sus años de viajes. Natalia Gracia Malo de la Ruta del Vino, apeló a la ciudad de Barbastro a, que se crea el papel protagonista. Pipo Abbad Tena, de EL Grillo y la Luna, arrojó a través de sus palabras una suerte de reivindicación del papel de las mujeres en el mundo del vino "nunca suficientemente valorado"´, según su propio testimonio.
Flor Fábregas Canales, de la bodega que lleva su primer apellido, trajo a colación que en el Pirineo al vino lo llamaban el espíritu: " porque lo alegraba , me imagino" Blanca Lacau Sanz, de Pirineos, subrayó que, en el fondo, hacer vino, siempre es un proceso de creación.
Ana Meler Subías, de Meler, contó como reto personal el esfuerzo que merece , además de mantener los tintos, incorporar a lo marices de los rosados.
Paz Mur Lecina de Aldahara, confesó su amor por el viñedo a primera vista y, Leonor Lalanne Canales , de Lalanne, colocó la guinda: "no son sólo ocho vinos con alma de mujer, es que las mujeres también tenemos alma de vino".