La Ruta del Vino del Somontano
La Denominación de Origen Somontano está enclavada al Este de la provincia de Huesca, tiene al Norte los Pirineos, que le aportan ese frío que concede unas características especiales a los vinos que se elaboran en esta zona.
Paisaje abrupto, salpicado de viñedos y tierras de cereal que reúne las condiciones para crear vinos de alta calidad muy apreciados en todo el mundo.
Los vinos del Somontano se caracterizan por su buena graduación, sus toques afrutados y adecuada acidez. Son vinos adaptados al gusto actual. Elabora tintos, rosados y blancos y comercializa más de cien marcas entre las que podemos encontrar gamas de vinos jóvenes, crianzas, reservas, blancos fermentados en barrica, mono varietales, elaboraciones especiales o vinos de autor.
Empezamos nuestro viaje en Barbastro, capital del Somontano. Cruzada por el río Vero, destaca su conjunto catedralicio. Es la capital de la comarca y núcleo comercial.
El histórico Complejo de San Julián y Santa lucía de Barbastro acoge todas las instalaciones relacionadas con la Denominación de Origen Somontano y es el punto de partida de la “Ruta del Vino Somontano”: el antiguo hospital se convirtió en el año 1999 en sede del Consejo Regulador, y Espacio del Vino mientras que la antigua iglesia de San Julián acoge hoy el centro el Centro de Interpretación del Somontano. Se trata de un conjunto histórico-artístico que invita a iniciar desde allí una visita por la Comarca y la realidad vitivinícola de Somontano.
Barbastro está rodeado de bodegas. Hay familiares y mega proyectos con los más novedosos adelantos técnicos, que incluirán próximamente hotel con tratamientos de vino terapia. Entre las familiares destacan Fábregas y Lalanne, ambas con más de un siglo de antigüedad. De esa misma época datan otras bodegas que ya acogen a varias generaciones de historia vinícola que –cada una con su toque personal- viven la elaboración del vino desde explotaciones familiares que elaboran entre 50.000 y 600.000 botellas al año.
Siguiendo nuestra ruta continuamos la visita a Bodegas Pirineos, antigua cooperativa de la zona, que se nutre de los viñedos de pequeños agricultores. Sus viejos depósitos de vino se han convertido en la zona de cava de las botellas. En los últimos años han vuelto a cultivar uvas autóctonas como Moristel y Parraleta para la elaboración de sus vinos.
Frente a esta se encuentra Viñas del Vero, de visita obligada a sus instalaciones, puede presumir de tener la más extensa variedad de caldos. Viñas del Vero cuenta con un proyecto paralelo: Blecua, pequeña bodega que recoge las mejores uvas para hacer el tinto de alta gama que da nombre a la bodega. Esta bodega está enclavada en un bonito y restaurado edificio del siglo XIX, rodeado de viñedos, sobre las ruinas de un antiguo monasterios que se puede visitar en el subsuelo, en la zona de barricas.
Si continuamos por la carretera en dirección a Salas Bajas nos encontraremos con la bodega de Enate. Continúan haciendo parte de la vendimia y recogida de uva a mano. Merece la pena subir a la ermita de Salas Altas desde la que podremos observar una bonita panorámica del valle con los Pirineos al fondo.
En los alrededores de Barbastro no hay que olvidar la visita a Alquezar. Enclavada en un espectacular mirador sobre el río Vero, alma y vida del valle. Pasear por sus estrechas y empinadas calles que conducen a su colegiata sirve para pasar una tarde agradable y revivir su espíritu medieval.
Tenemos la posibilidad de comer en los numerosos restaurantes que hay. En los alrededores de Alquezar podemos visitar las pinturas rupestres del Parque Cultural del Río Vero o practicar deportes de aventura en la zona de la Sierra de Guara. Son muchas las empresas que se dedican a este tipo de actividades, barranquismo, descenso de cañones, raffting, senderismo,….
Si encaminamos nuestros pasos hacia el Pirineo, visitar Ainsa es otra opción para ver un pueblo anclado en el pasado y caminar por su fortaleza y disfrutar de un espectacular paisaje.
La Denominación de Origen “Somontano” desarrolla la labor de promoción y a través de diferentes vías. Entre ellas destaca –por su relevancia y repercusión- la organización del Festival “Vino del Somontano” que se celebra a principios de agosto ha convocado a través de sus actuaciones y de la Muestra Gastronómica del Somontano a miles de personas procedentes de la comarca y de muchos puntos de España, vinculando estrechamente el vino con la calidad y la cultura.
